En un verano más caluroso de lo habitual, Alume celebró su tradicional fiesta. Un evento que marca el comienzo de una etapa vacacional para un buen número de usuarios y aligera considerablemente las actividades de los que se quedan, ya que este centro, como la sede de Alume en Guitiriz, permanencen abiertos todo el año.
Desde muy temprano, un tentador olorcillo a tortilla invadía las instalaciones. Por turnos, monitoras y usuarios se entregaron, a lo largo de toda la mañana, a la laboriosa tarea de pelar, cortar y freir patatas, batir huevos, y cuajar un número considerable de tortillas. Además, prepararon apetitosos canapés, pinchitos, y toda suerte de golosinas, saladas y dulces, amén de refrescos, para gratificar los paladares de un ingente número de personas, ya que a los usuarios de la sede lucense se sumaron los de Guitiriz, que se desplazaron en autobús a la ciudad. Durante los días previos, en las clases de manualidades, se confeccionaron guirnaldas y adornos de colores para decorar las instalaciones de planta baja. Las mesas de trabajo se transformaron en un atractivo y apetitoso buffet, mientras que la sala contigua de usos múltiples acogió una improvisada discoteca, dotada, en esta ocasión, de karaoke, la auténtica atracción de la fiesta. Fueron pocos los que se resistieron a hacer sus pinitos ante el micrófono, siguiendo los textos de canciones de Melendi, Pimpinela, Amaral o lsabel Pantoja, entre otros artistas, que se proyectaban en una pantalla, gracias a un programa que los expertos de Alume bajaron de Internet. Las risas y el buen humor estuvieron presentes durante una tarde memorable. Los alumnos de baile de salón dieron buena muestra de la pericia adquirida en estas clases, compartiendo el dominio de los distintos estilos (latino, tango, pasodoble, etc.) con los menos experimentados. Unos y otros se divirtieron de lo lindo. Monitores, voluntarios e invitados, disfrutaron de una jornada que también lo fue de reencuentro entre compañeros, ya que desde la apertura del centro de Guitiriz, algunos de ellos acudena él por razones de proximidad geográfica. La fiesta no remató en la sede lucense de Alume pra todos. Por el contrario, los visitantes aprovechron el resto de la tarde para disfrutar de la ciudad, que en esta época del año está especialmente agradable y animada.