Del total de siete personas sin hogar y con trastorno mental severo, que acompañamos en el tratamiento de su enfermedad durante el año 2018 en la ciudad de Lugo, una de ellas accedión a una vivienda normalizada por primera vez y se mantiene estable psicopatológicamente a día de hoy.
Es para nosotros la mejor de las noticias y solo esperamos que la situación se estabilice y podamos ayudar a más personas a lograrlo.