El jardín botánico del pazo de Lourizán sorprendió a los alumnos del curso de jardinería de Alume, en el que fue un viaje de estudios inolvidable. La diversidad y belleza de especies y la magnífica arquiectura de la que fue residencia de verano del politico Montero Ríos causaron admiración a los excursionistas. Completaron la jornada con una visita a Marín, donde coincidieron con el rey Felipe VI, que asistia a la entrega de despachos a la última promoción de oficiales de Marina.
Dentro del programa de actividades del curso de jardinería que se imparte en Alume, los alumnos tuvieron ocasión de visitar el Pazo de Lourizán (Pontevedra) y su impresionante jardín botánico. Creado a mediados del siglo XIX, reúne especies exóticas y autóctonas que, por su interés, figuran en el Catálogo de Árbores Senlleiras de Galicia. El cedro del Líbano, la Metasequoia glyptostroboides o la formación de castaños japoneses y chinos, sorprendieron a los visitantes, no menos que las palmeras reinas, los helechos gigantes o la bellísma avenida de magnolias que unen el jardín con el pazo, a través de un camino con más de 600 ejemplares de camelia japónica. Además, se interesaron mucho por la amplísima y diversa muestra de especies arbóreas representativas de cada una de las comunidades del Estado, que pueden contemplarse en el Parque das Autonomías, creado en 1993. El pazo cuenta con 54 hectáreas de jardín, finca y arboleda. La Diputación de Pontevedra es la propietaria de la finca que adquirió en los años 40 del pasado siglo, convitiéndola en lo que hoy es el Centro de Investigación Forestal de Lourizán. EL PAZO.Los alumnos disfrutaron también con la historia de la finca, cuyos orígenes se remontan al siglo XV, y que a principios del XIX fue adquirida por el político Montero Ríos, para construir la que fue su residencia estival y lugar habitual de reunión de las personalidades más influyentes de la época. Monitores y alumnos que recibieron una detallada descripción de esta edificación, de estilo modernista, no pudieron ocultar su asombro al contemplar la imponente escalera de piedra de corte imperial flanqueada por columnas, o las estatuas de inspiración clásica que ornamentan el entorno del pazo. El jardín romántico y sus fuentes históricas gustaron especialmente: la fuente de la concha, la de los tornos y la fuente o gruta de los espejos, adornada con vidrios de colores. UNA REAL SORPRESA. Tras la visita, la comitiva se desplazó a Marín para comer. Allí se vieron sorprendidos por la presencia del rey Felipe VI que presidió la entrega de despachos a la última promoción de oficiales de Marina. En la dársena se encontraba el buque escuela Juan Sebastián Elcano, el más representativo de la marina española. Por la tarde, antes de emprender regreso a Lugo, recorrieron la ruta de las playas, recalando en una de ellas para refrescarse y disfrutar de una magnífica tarde de sol.